Gracias por fumar, opinión

No es una de estreno, se produjo en el 2006 pero merece un comentario sin ninguna duda. Aparentemente es una comedia, venga sí, es una comedia, pero como las buenas comedias tiene un fondo bastante serio.

Trata de un tipo con un fantástico don de palabra y de gentes que trabaja como la cara visible de las tabacaleras, se presenta en las entrevistas, en la prensa, la TV, etc. De esta manera, como si de un abogado se tratara, intenta crear una duda razonable sobre la peligrosidad del tabaco.

Su vida transcurre sabiendo que es odiado por todo el mundo, siempre es el malo, es el que defiende algo reconocido como dañino. Así, sus únicos amigos son los que realizan su mismo trabajo, la representante de las destilerías y el representante de las fábricas de armas.

Y como se combina esa vida con el hecho de que es un padre divorciado que se preocupa de la educación de su hijo, ahora lo vemos.

Se combina de una manera muy graciosa y coherente, te pasas toda la película viendo a un tío que redirige las conversaciones, tergiversa las palabras (o incluso las situaciones), que es capaz de convencer a un grupo de escolares para que prueben el tabaco antes de decidir si quieren fumar o no y al final, cuando termina la película te das cuenta que te ha calado un mensaje que ha repetido toda la película "decide por tí mismo".

Lo más curioso es que el modo para convencerte él mismo se lo explica a su hijo cuando le dice que en los debates su objetivo no es la persona con quien debate sino el público que ve el debate. De la misma manera le ves razonando y discutiendo con otros personajes de la historia cuando tú eres realmente el objetivo de su palabrería. E igualmente caes. La diferencia es que al espectador no le quiere convencer de las virtudes del tabaco.

En resumen, te ríes, tiene buen ritmo, la historia es buena, los diálogos son para grabarlos, los actores lo bordan (con Robert Duvall como actor invitado), vamos, totalmente recomendable.