Opinión crítica: Los últimos días (2013)

Hoy estrenamos redactor de críticas de cine, se llama Juan Arce, a ver que os parece:

Título: Los últimos días

Título original: The Last Days
País: España 
Estreno en España: 27/03/2013 
Productora: Morena Films, Rebelión Terrestre, Antena 3 Films, Les Films du Lendemain 
Director: Alex Pastor, David Pastor 
Guión: Alex Pastor, David Pastor 
Reparto: Quim Gutiérrez, José Coronado, Leticia Dolera, Marta Etura, Mikel Iglesias, Ivan Massagué, Jose Mellinas, Pere Brasó, Albert Prat, Momo Ballesteros


Aunque la historia que se cuenta no es del todo original, pues indudablemente el director ha bebido de fuentes inscritas en el cine de escenarios apocalípticos de la última década, como The Road, Soy Leyenda o El incidente, el hecho de estar ambientada en España facilita la identificación del espectador con los actores protagonistas. El emergente Quim Rodríguez lleva el peso de la historia, y Coronado le da la réplica, solvente como casi siempre. 
La película muestra estereotipos propios de este tipo de cine, como la unión frente a un objetivo común, la agudeza del ingenio en la adversidad, el fuerte instinto de supervivencia de (incluso) nuestra especie o la irracionalidad de la masa, frente a la racionalidad del individuo. Aunque el agente detonante de todos los males, una especie de epidemia súbita de agorafobia, pueda resultar casi cómico, es ideal para abordar este viaje en un entorno civilizado, hiperdesarrollado, concretamente en una urbe con identidad propia como la Barcelona del siglo XXI. Seguramente los habitantes de la Ciudad Condal se sentirán aún más inmersos en la historia. La localización de la cinta y el desarrollo de los acontecimientos le da un punto de credibilidad. La trama es, además, sencilla, lo que facilita la introducción de flashbacks que en nada estropean la narración. 
Como digo, historia amena sin piruetas argumentales y de final hasta cierto punto previsible. No es cine de palomitas en sentido estricto, pero se acerca. Entretenimiento sin más pretensiones que las reflexiones obligadas acerca de la naturaleza humana y la aparente fragilidad en la que vive nuestra sociedad sin apenas ser conscientes de ello. 
Y todo ello sin necesidad de mostrar los característicos iconos de nuestro cine, a saber, coitos, desinhibición sexual o enfrentamientos ideológicos arcaicos, lo que da un punto de renovación a este tan necesitado cine nuestro.