Celda 211
Daniel Monzón, España, 2009
Brutal, de lo mejor que he visto en mucho tiempo. Así da gusto ver cine, buen guión, buenos actores, buena historia, buenos diálogos...y bien hecho. Pensando en cine español hay que agradecer a películas como Ágora la apuesta que hacen por las megaproducciones, pero cintas como esta no es una apuesta es una victoria segura.
Para el que no lo sepa la película trata de un funcionario de prisiones que visita su nuevo puesto de trabajo un día antes de incorporarse y tiene la mala suerte de que ocurra un motín ese día y el se quede dentro, su única salida es hacerse pasar por un preso.
Comento dos pequeños detalles que a mi entender flojean antes de meterme con sus muchas virtudes. El más importante es un acontecimiento con la mujer del funcionario encerrado que cambia radicalmente la actitud de este; esta situación está un poco forzada, un poco por el guión, un poco por la realización. El segundo detalle, menos importante, es que aprecio un poco de caos con los acontecimientos y personajes que rodean la carcel, especialmente con los cargos y funcionarios que intentan acabar con el motín.
Dicho esto todo lo demás son virtudes, el guión es fantástico, a pesar de lo que comento en el párrafo anterior es un guión redondo, totalmente creible, intenso, con cambios de registro según avanza la historia, te tiene en tensión porque no sabes que va a suceder a continuación pero sin giros forzados para dar sorpresas, simplemente reflejando las múltiples posibilidades que se pueden dar en una situación tensa con muchas personas distintas de por medio. (Sigo después del salto)
Los actores están estupendos, todos, por supuesto sobresale Luis Tosar con su Malamadre, un personaje increible que ya quieres añadir a tu lista de grandes personajes del cine. Esto repercute en que Alberto Ammann, el funcionario encerrado, que está muy cercano a Tosar pueda flojear un poco a veces, quizá por comparación. Pero todos los actores están en su sitio, y se agradece, porque es una historia en que los personajes tienen tanto peso o más que la historia en sí. También ayuda los magníficos diálogos que suceden durante toda la proyección, creibles pero estupendos. Si añadimos a esta ecuación el buen ritmo que tiene nos quedan algunas escenas memorables entre personajes. Un enfrentamiento entre Luis Tosar y un preso de ETA me dejó clavado al asiento.
Como acabo de comentar el ritmo se ajusta muy bien a la historia, cada situación tiene su tiempo, y el espectador está todo el tiempo en tensión pero en cada momento por motivos distintos. La ambientación es muy buena, creible y agobiante, como debe ser en unos acontecimientos que transcurren en una carcel. Es dura, pero teniendo en cuenta que trata del motín en una carcel hasta se podría decir que se queda corta, en mi opinión está en el punto justo para que sea realista pero sin quitar peso a la historia o a la gente por tener al espectador impactado con alguna barabaridad. Curiosamente el momento visualmente más duro ocurre en el inicio de la película, lo que además, ya te deja avisado de lo que vas a ver a continuación.
Vamos, totalmente recomendable, yo ya tengo ganas de volverla a ver. Y si alguien tiene dudas sobre el cine español que se las quite, esto es un peliculón que te entretendrá sus 110 minutos.
Quiero más...
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