¡Feliz día de la blasfemia me cago en dios!

Desde luego parece que la libertad de expresión está en horas bajas (que se lo pregunten a los humoristas o a tuiteros varios) y hay una competición para ver quién censura, juzga, limita, etc. por el motivo más ridículo.
Como anécdota me parece curioso que Willy Toledo diga que "este país es una vergüenza insoportable" pero eso no ofenda a nadie. Está calificando malamente un país (que existe al menos jurídicamente, que es más de lo que se puede decir de dios), con millones de habitantes que tienen un documento que acredita que son ciudadanos de ese país (que también es más de lo que se puede decir de los creyentes) y por eso nadie se ofende. ¿Por qué? Pues porque en un país que existe la ofensa religiosa como delito es de una vergüenza insoportable. Y así estamos muchos, avergonzados.