Seguimos con mis comentarios sobre el último día de concierto del
Rock In Río 2010 en Madrid. Después del buen rollo que dejaron
Sôber y
Motörhead le llegó el turno a
Metallica que, a las 23.20 de la noche y con la sintonía habitual de
Ennio Morricone y sus imágenes de
El Bueno, el Feo y el Malo, rompieron a tocar con la brutal
Creeping Death a la que siguió
For Whom the Bells Tolls, dando idea de cual sería el repertorio de la banda de San Francisco.
Y es que, a pesar de que
Creeping Death es un clásico en Metallica para comenzar un concierto, me sorprendieron bastantes inclusiones y exclusiones de temas. Bueno, digo temas pero podría decir discos ya que no tocaron ningún tema del album
St Anger. Vale, es probablemente el peor disco del grupo y tiene una producción que no gustó nada pero es que tampoco recuerdo que tocaran ni un solo tema de la parejita
Load y
Reload, ni uno. Del magnífico album
...And Justice For All estoy acostumbrado a que no le den muchos minutos pero es que solo tocaron el inevitable y estupendo
One, ni siquiera apareció
Harvester Of Sorrow, otro clásico de los directos. Curiosamente los dos únicos temas que tocaron del
Kill'em All fueron al final del concierto, el permanente
Seek And Destroy y el veloz
Phantom Lord, no sonó
Whiplash que solía cantar en directo el ausente
Jason Newsted.
¿Qué sustituyó a estos temas que faltaron si el espectáculo supero un poco las dos horas? Pues muchos temas de
Ride the Lightning, del disco
Metallica (el que todo el mundo conoce como
"the black album") y de su último lanzamiento
Death Magnetic. Tampoco faltaron temas del
Master of Puppets, incluido el tema homónimo que sonó de muerte el lunes, y también tocaron la versión que tienen del
Am I Evil de
Diamond Head.
No nos dieron mucho respiro con temas "tranquilos" ya que, aparte del
Nothing Else Matters, solo se pudo respirar en los comienzos de
One,
Fade to Black y
Sanitarium. Y es que estoy tíos tienen todavía una caña impresionante,
Kirk Hammet se marcó unos cuantos punteos estupendos,
Lars Ulrich siguió la tónica del día sonando muy potente, la para mí novedad de
Robert Trujillo no defraudó y el tío tiene su estilo movíendose por el escenario, y
James Hetfield da gusto como modula la voz, se nota perfectamente como la ajusta para adecuarse a como se compuso el tema en su momento.
En fin, más de cuatro horas de concierto entre los tres grupos, con los descansos suman unas siete, otras dos horas para llegar a casa, un poco de dormir y a trabajar. Con este ritmo y tirando de memoria como hago quizá haya cometido algún error con algún tema pero la tónica del concierto la pillaréis sin problema.
Quiero más...